Enfermedades vasculares cutáneas: la vasculitis canina
La vascularización de la piel desempeña funciones esenciales...
Número de edición 28.1 Otros artículos científicos
Fecha de publicación 20/08/2020
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Para tener éxito en el manejo de la dermatitis atópica muchas veces es necesario un tratamiento continuado con el fin de evitar la reaparición de los signos clínicos y minimizar las alteraciones cutáneas a largo plazo; en este artículo se ofrece una breve descripción de las opciones disponibles en la actualidad.
El tratamiento de la dermatitis atópica canina (DA) consta de dos fases. Tras el control inicial de la inflamación y del prurito es necesario un seguimiento proactivo para mantener la remisión de la enfermedad y evitar las alteraciones crónicas. Entre las opciones terapéuticas antiinflamatorias y antipruríticas se encuentran los glucocorticoides tópicos y sistémicos, la ciclosporina, el oclacitinib y el lokivetmab; tratamientos con una evidencia sólida sobre su elevada eficacia. Elegir el tratamiento óptimo requiere un correcto criterio clínico (Figura 1).
Los glucocorticoides tópicos y sistémicos tienen una actividad potente, rápida y de amplio espectro frente a la mayoría de las células, los tejidos y los mediadores involucrados en la inflamación, y son ideales para el control inicial de la inflamación y del prurito. Generalmente el uso de los esteroides tópicos, a corto y largo plazo, es seguro, en particular con productos seguros y bien tolerados (p. ej., hidrocortisona aceponato) y/o para el tratamiento local de los ojos, los oídos y las extremidades. El riesgo de efectos adversos a largo plazo es mayor con tratamientos sistémicos.
La ciclosporina actúa principalmente sobre los linfocitos; lo que le confiere una potente actividad antiinflamatoria de amplio espectro, sin embargo, la resolución de las lesiones y del prurito es más lenta que con otros agentes. Para obtener una remisión inicial más rápida, la ciclosporina se puede combinar con los glucocorticoides, el oclacitinib o el lokivetmab. Sin embargo, se debe evitar su uso a largo plazo cuando se combina con fármacos antiinflamatorios de amplio espectro debido al riesgo de inmunosupresión.
El oclacitinib es un inhibidor de la quinasa Janus (JAK) 1 y, en particular, bloquea la actividad de la IL-31, que es una citoquina clave en el desarrollo del prurito y de la inflamación aguda. Si se administra cada 12 horas se consigue un control muy rápido del prurito, aunque al pasar a la dosificación cada 24 horas pueden producirse recidivas. Se debe realizar un estrecho seguimiento del paciente para detectar infecciones bacterianas, fúngicas o parasitarias, así como para identificar cualquier efecto no selectivo (anemia, neutropenia, aumento de enzimas hepáticas, aumento de ácidos biliares y aumento de peso). También se ha descrito el desarrollo de papilomas víricos con transformación neoplásica a carcinoma de células escamosas in situ (enfermedad de Bowen) y/o carcinoma de células escamosas invasivo.
El lokivetmab es un anticuerpo anti IL-31 monoclonal caninizado que se une específicamente a la IL-31 circulante y la neutraliza. Actúa rápidamente y se tolera bien, además, tiene muy poca o nula interacción con otros fármacos o vacunas. Aunque se desconoce su seguridad a largo plazo es probable que esta sea muy buena. Lokivetmab se administra por vía parenteral y es una opción ideal cuando el perro no tolera la vía oral y/o cuando existen otros trastornos concomitantes que excluyen el uso de otros fármacos. Proporciona un alivio rápido del prurito y también se puede combinar con agentes de amplio espectro.
Puesto que la DA es una enfermedad de por vida que requiere un tratamiento proactivo para mantener la remisión y evitar la aparición de brotes, en la mayoría de los casos, es necesario combinar fármacos de manera apropiada. La monitorización estrecha del paciente es necesaria. En la Tabla 1 se resumen las principales características de cada fármaco.
Glucocorticoides tópicos | Glucocorticoides sistémicos | Ciclosporina | Oclacitinib | Lokivetmab | |
---|---|---|---|---|---|
Espectro | Amplio | Amplio |
Amplio | Semi-amplio | Reducido |
Coste | Bajo | Muy bajo | Moderado a elevado | Moderado | Moderado |
Inicio del efecto | Rápido | Muy rápido | Lento (2-3 semanas) | Muy rápido | Muy rápido |
Inflamación aguda | Efectivos | Efectivos | Menos efectiva | Efectivo | Efectivo |
Inflamación crónica | Efectivos |
Efectivos | Efectiva | Menos efectivo | Menos efectivo |
Otitis y pododermatitis | Efectivos | Efectivos | Efectiva | Menos efectivo | Menos efectivo |
Efectos adversos agudos | Raros | Frecuentes1 | Frecuentes2 | Frecuentes a poco frecuentes3 | Raros |
Seguridad a largo plazo | Moderada a buena4 | Poca | Buena | Desconocida |
Desconocida |
Monitorización | Revisiones clínicas | Revisiones clínicas, urianálisis y presión arterial | Revisiones clínicas y urianálisis | Revisiones clínicas, hemograma, bioquímica y urianálisis5 | Revisiones clínicas |
¿Se puede combinar con agentes de amplio espectro? | Si6 | A corto plazo | A corto plazo | A corto plazo | Si7 |
Tabla 1. Comparación entre diferentes antiinflamatorios para la dermatitis atópica.
1Poliuria, polidipsia y polifagia; se puede observar jadeo y alteración del comportamiento, la úlcera gastrointestinal (GI) es rara a dosis de 0,5- 1,0 mg/kg/día.
2Anorexia leve y transitoria, vómitos y diarrea; los trastornos GI persistentes son poco frecuentes.
3Lo más frecuente son los trastornos GI leves; entre los efectos adversos poco frecuentes se ha descrito la agresividad, el aumento de peso, alteraciones en el hemograma y el aumento de las enzimas hepáticas y de los ácidos biliares.
4Los efectos adversos a largo plazo de la hidrocortisona aceponato son poco frecuentes, pero los de otros glucocorticoides tópicos son más frecuentes.
5Los autores han observado una mayor incidencia de ITU en perros con oclacitinib y recomiendan realizar urianálisis.
6Los glucocorticoides tópicos se utilizan con una gran variedad de antiinflamatorios, pero no hay datos oficiales al respecto.
7No se disponen de datos oficiales, pero es poco probable que surjan problemas por la administración simultánea de otros fármacos.
Los glucocorticoides y la ciclosporina son agentes de amplio espectro, efectivos en el manejo de la inflamación aguda y crónica (Figura 2). Permiten equilibrar el microambiente de la piel, evitando el sobrecrecimiento y la infección por estafilococos y Malassezia. Sin embargo, su actividad de amplio espectro puede originar otros problemas.
El oclacitinib se considera de espectro semiamplio. Es más efectivo frente al prurito y la inflamación aguda y menos útil para la inflamación crónica (especialmente de las extremidades y de los oídos). Tiene un menor impacto en el microambiente de la piel y el control del prurito puede enmascarar el desarrollo de la inflamación y de la infección (especialmente de la otitis y de la pododermatitis). Con el lokivetmab, que es un agente de reducido espectro, ocurre lo mismo. Estos fármacos pueden ser más específicos, efectivos y seguros, pero suele ser necesaria la combinación con un tratamiento local para controlar el desarrollo de la inflamación y prevenir la infección.
Tim Nuttall
El Dr. Nuttall se licenció en 1992 y es especialista en Dermatología Veterinaria por el RCVS. Actualmente es Jefe de Dermatología en la Facultad de Veterinaria Leer más
Debbie Gow
La Dra. Gow se licenció en el 2007 por la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Edimburgo y completó un internado rotatorio en Pequeños Animales Leer más
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